Figura que desciende¹

De Louise Elisabeth Glück

Traducción de Victor Laureano Vega

I. Errante

Al crepúsculo salí a la calle.

El sol colgaba bajo en el cielo de hierro,

anillado con un plumaje frío.

Si pudiera escribirte

sobre este vacío—

A lo largo de la acera, niños

jugaban en las hojas secas.

Hace mucho, a esta hora, mi madre estaba

en el borde del césped, abrazando a mi hermanita.

Todos se habían ido; yo estaba jugando

en la calle oscura con mi otra hermana,

cuya muerte me había hecho tan solitaria.

Noche tras noche vimos el porche

lleno de una luz dorada, magnética.

¿Por qué no la llamaron nunca?

Solía dejar que mi propio nombre se deslizara delante de mí

aunque anhelaba su protección.



2. El niño enfermo

—Rijksmuseum

Un niño pequeño

está enfermo. Ha despertado.

Es invierno, pasada la medianoche

en Amberes. Sobre un cofre de madera

las estrellas brillan.

Y el niño

se relaja en los brazos de su madre.

Ella no duerme;

mira

fijamente el museo brillante.

Hacia la primavera el niño morirá.

Entonces está mal, tan mal

abrazarla—

 

Déjala estar sola,

sin memoria, mientras los otros despiertan

aterrados, raspando la oscura

pintura de sus rostros.


3. Para mi hermana

Muy lejos mi hermana está moviéndose en su cuna.

Los muertos son así,

siempre los últimos en silenciarse.

 

Porque, por mucho tiempo que permanezcan en la tierra,

no aprenderán a hablar

sino a mantenerse inciertamente apretados contra los barrotes de madera,

tan pequeñas las hojas que los sujetan.

 

Ahora, si ella tuviera voz,

los llantos de hambre comenzarían.

Debería ir con ella;

quizás si canto delicadamente,

su piel tan blanca,

su cabeza cubierta de plumas negras…


12.6.71

 

Habiéndote alejado de mí

soñé que estábamos

al lado de un estanque entre dos montañas

Era de noche

La luna latía en su hueco

Donde las piceas se redujeron,

tres ciervos despertaron y rompieron la cubierta

y escuché mi nombre

no pronunciado sino exclamado

así que te alcancé

aunque la hoja era de hielo

pues ellos habían venido por mí,

uno por uno, igualmente

introducidos a la oscuridad

Y la nevada

que no ha cesado desde entonces

comenzó.



Ilustración: Portada del libro

(1) Glück, Louise , Poems 1962-2012, Nueva York: Farrar, Straus and Giroux, 2013, 107 - 108.


Sobre la autora:

Louise Elisabeth Glück (Nueva York, 22 de abril de 1943) ha publicado doce libros de poesía, además de dos recopilaciones de ensayos. Ha recibido, entre otros, el Premio Pulitzer de Poesía y el Premio Nobel de Literatura. Actualmente reside en Massachusetts y trabaja en la Universidad Yale.

 

Sobre el traductor:

Victor Laureano Vega ha publicado un cuento y un poema en la revista Otras Inquisiciones, así como otros dos textos en las antologías Cien relatos de Hispanoamérica durante la cuarentena y Apropiación poética, esta última al interior de una recopilación de poemas escritos en un taller de la autora Ethel Krauze